Contexto histórico
Se conoce como Austrias menores a los tres últimos representantes de esta dinastía en España: Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1675-1700), mediando entre los dos últimos una regencia de diez años conducida por Mariana de Austria, esposa de Felipe IV. La dilatada etapa que representan estos monarcas -más de cien años- es de una larga y agonizante decadencia de la monarquía hispánica, por motivo principalmente de sus guerras exteriores, que consumían toda la Hacienda y arruinaban al país, y también por los conflictos internos, especialmente desde Felipe IV.
La dinastía en España también tuvo que enfrentarse durante esta etapa a la vuelta a la feudalización y la crisis económica, empeorada por la hambruna y la peste.
Felipe III
(Madrid, 1578-1621) Rey de España y Portugal, hijo de Felipe II, a quien sucedió en 1598.
Aficionado al teatro, a la pintura y -sobre todo- a la caza, Felipe III delegó los asuntos de gobierno en manos de su valido, el Duque de Lerma. Al morir Lerma en 1619, le sucedió en el valimiento su hijo, el Duque de Uceda. Ambos gobernantes, predispuestos exclusivamente a enriquecerse, aumentaron considerablemente los gastos suntuarios (lujosos) de la Corte, mientras se manifestaban los primeros síntomas de una grave y larga crisis económica.
Paralelamente, se adoptaron disposiciones para aliviar la crisis de la Hacienda, heredada del reinado anterior. Se impulsó una política exterior pacifista, sin embargo, las medidas no consiguieron acabar con la deuda y el Estado se declaró en Bancarrota en 1607.
En la política interior de Felipe III hay que destacar la expulsión de los moriscos (1610), que liquidó el problema creado en tiempos de Felipe II, dicha expulsión tuvo efectos económicos muy negativos.
La política exterior se puede considerar pacifista ya que decidieron alcanzar acuerdos de paz o de alto al fuego con los bandos enemistados. Firmó la Paz de Londres con Inglaterra (1604), se acordó la tregua de los doce años (1609) con las Provincias Unidas, aunque siguieron las luchas contra los turcos.
FELIPE IV
(Valladolid, 1605 - Madrid, 1665) Rey de España (a los 16 años) (1621-1665), hijo y sucesor de Felipe III. Durante el largo y crucial reinado de Felipe IV la monarquía hispánica, en la pendiente de la decadencia económica y política, vivió los últimos esplendores del Siglo de Oro y hubo de aceptar la pérdida de la hegemonía en Europa, después de guerras agotadoras y una grave crisis interna.
Felipe IV, sensible e inteligente por naturaleza. Fue muy buen deportista, gran jinete y apasionado por la caza. Amante de los placeres y de voluntad un tanto débil (conocido como el rey putero, tuvo 48 hijos), pero dotado de una notable cultura, su profunda religiosidad estuvo siempre en conflicto con su temperamento sensual. Las derrotas y desgracias de la monarquía agudizaron su sentimiento de culpabilidad.
Aunque en algunas etapas de su vida intervino directamente en las cuestiones de gobierno, por lo general Felipe IV cedió los asuntos de Estado a válidos, entre los que destacó Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, quien realizó una enérgica política exterior que buscaba mantener la hegemonía española en Europa. La política de Olivares, a quien Felipe IV mantuvo en el poder hasta 1643, renovaba la tradición del imperialismo de Felipe II y reaccionaba contra el pacifismo de la etapa anterior.
La idea de Olivares era fortalecer la monarquía católica bajo el sistema de gobierno castellano, más absolutista. Para ello puso en marcha todos los recursos de Castilla y solicitó la contribución de los demás reinos de la monarquía (Unión de Armas, 1624), a pesar de vulnerar así sus privilegios.
Finalizada la tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas (1621), se reanudó la guerra que se alargó sin éxitos contundentes de ningún bando. Paralelamente, los tercios españoles luchaban en Alemania en apoyo de los Habsburgo austríacos (guerra de los Treinta Años) y en Italia (guerra de Sucesión de Mantua, 1629-1631), donde se hizo evidente la rivalidad entre España y Francia. Por otro lado, la ascensión al trono inglés de Carlos I provocó la reanudación de hostilidades entre España e Inglaterra (ataque inglés a Cádiz, 1625).
Francia, temiendo una posible hegemonía de los Habsburgo, decidió apoyar al bando protestante. Luchó contra España en la Batalla de Dunas ( 1639) y en la batalla de Rocroi (1643), ambas ganadas por las tropas francesas y que mermaron la armada española.
La guerra con Francia no concluyó hasta la Paz de los Pirineos (1659) donde Francia obtuvo parte de Cataluña (Rosellón y Cerdaña) y algunas plazas en Flandes y Luxemburgo. El tratado fue refrendado con el matrimonio del rey francés Luis XIV y la hija de Felipe IV, María Teresa de Austria.
Las dificultades financieras del reino y las derrotas militares debilitan la defensa del imperio en América y en las colonias portuguesas.
CARLOS II
1661 - 1700 hijo de Felipe IV y de Mariana de Austria. A la muerte de su padre heredó todas las posesiones de los Austrias españoles, entre ellas Sicilia. Accedió al trono en 1665, siendo un niño, por lo que su madre Mariana de Austria ejerció como regente. Fue un rey enfermizo y débil mental, incapacitado para gobernar. El poder del estado fue disminuyendo, lo que fue aprovechado por la aristocracia y la iglesia para ampliar sus privilegios.
Aunque mejoró la economía, las revueltas sociales no desaparecieron: En valencia estalló la Segunda Germanía (1693) una revuelta que fue sofocada rápidamente; en Madrid se produjo el Motín de los Gatos, por el alza del precio del pan.
En la política exterior, perdió diversos territorios europeos, el más importante fue el Franco condado, cedido a Francia en 1678.
El problema más importante fue el sucesorio. El rey murió sin herederos, por lo que hubo que buscar uno europeo: O Felipe de Borbón, duque de Anjou, candidato francés y nieto de la hija mayor de Felipe IV, y Carlos de Austria, candidato de alemán y nieto de la hija menor de Felipe III.
Tras fuertes presiones, quedó como heredero Felipe V.
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